11 de noviembre de 2010

✿ Escabiosis o sarna

Enfermedad infecciosa común causada por un ácaro, concretamente por el tipo Sarcoptes scabiei. Es una ectoparasitosis de distribución mundial, extremadamente contagiosa, que se observa en particular en las personas que viajan a menudo. Alcanza a todas las capas de la población y constituye una dermatosis muy frecuente y de fácil tratamiento.

Forma de transmisión:
La enfermedad es fácilmente transmisible por el contacto directo, o a través de objetos contaminados (prendas, ropa, sabanas, toallas) y también por contacto sexual.
En algunos casos se puede adquirir por contacto con animales infectados, sobre todo perros y gatos.
El parásito necesita siempre al huésped para vivir, por lo que vive más de 2 a 4 días en el ambiente.




Incubación:
Primoinfestación (personas sin exposición previa al ácaro): 15 a 50 días
Reinfestación (personas que han sido infestadas previamente): 1 a 4 días

La fecundación ocurre en la superficie de la piel, después de la cópula el macho muere.
La hembra se introduce en la superficie de la piel y va desarrollando túneles, mientras va dejando los huevos a medida que penetra en la piel (2 a 3 huevos por día) en total 30 a 50 huevos, finalmente muere en el túnel a las 4 a 6 semanas. Los huevos eclosionan y las larvas emergen a la superficie de la piel, se transforman en ninfas en 3 a 8 días y posteriormente en adultos en 12-15 días. Las formas contagiosas son la ninfa y los adultos.

Síntomas:
Picazón que empeora por la noche por el calor. Las lesiones suelen aparecer en pene, escroto, mamas, parte interna de los muslos, vulva, codos, muñecas y entre los dedos.
El picor está causado por la reacción alérgica del cuerpo ante el parásito, que se manifiesta con pequeños granos, ampollas y pequeñas úlceras con costras. No causa fiebre, a menos que exista infección.

Las lesiones más típicas son los surcos, líneas grisáceas y sinuosas de 1 a 15 mm de largo, que son el reflejo exterior de una galería excavada en la epidermis por la hembra con el fin de desovar, y las vesículas perladas, del grosor de una cabeza de alfiler, producidas por la secreción del parásito.

Tratamiento:
Sencillo y sin complicaciones. La sarna es tratada con escabicidas, que deben aplicarse por todo el cuerpo, no solo las partes infectadas ya que no se sabe exactamente la localización del parásito, puesto que si son adultos se pueden ir a todo el cuerpo.